El leasing, también conocido como arrendamiento financiero, es un contrato mediante el cual una entidad (arrendador) permite a otra persona o empresa (arrendatario) utilizar un bien durante un período de tiempo determinado a cambio de un pago periódico. El arrendador es propietario del bien y lo cede al arrendatario para su uso, a cambio de recibir pagos regulares.

Fátima Rivera, abogada asociada de Torres Legal, indica que el leasing se utiliza comúnmente en el ámbito empresarial para adquirir activos de alto valor, como equipos industriales, maquinaria, vehículos o incluso inmuebles.

“El arrendatario tiene el derecho de uso y disfrute del bien arrendado durante el plazo acordado, asumiendo la responsabilidad de su mantenimiento y cuidado”, explica nuestra abogada del Departamento Corporativo.

Una de las características distintivas del leasing es que, al finalizar el contrato, el arrendatario tiene la opción de adquirir el bien mediante el pago de una cantidad adicional establecida previamente, conocida como valor residual.

Esta opción de compra al final del contrato, según Rivera, le brinda al arrendatario la posibilidad de utilizar el bien durante el plazo acordado y luego decidir si desea adquirirlo definitivamente o no.

“El leasing presenta varias ventajas tanto para el arrendador como para el arrendatario. Para el arrendatario, el leasing le permite utilizar activos sin incurrir en un desembolso inicial significativo, ya que los pagos se realizan a lo largo del tiempo”, manifiesta Rivera.

Además, nuestra especialista dice que el arrendatario puede beneficiarse de ciertas ventajas fiscales y financieras, como la posibilidad de deducir los pagos de leasing como gastos operativos.

“Por otro lado, el arrendador obtiene ingresos regulares por el arrendamiento del bien y puede recuperar la inversión realizada en el mismo. Además, conserva la propiedad del activo, lo que le brinda la opción de volver a arrendarlo a otros clientes al finalizar el contrato con el arrendatario inicial”, asegura nuestra experta.

Rivera también menciona que el leasing es un contrato de arrendamiento financiero que permite a una empresa o individuo utilizar un bien a cambio de pagos periódicos durante un período de tiempo determinado: “Es una opción flexible y atractiva para adquirir activos de alto valor sin realizar una inversión inicial significativa”.